Última actualización: 16 noviembre, 2022
La comunicación de marca es lo que permite que ésta se sea conocida y reconocida. Podemos tener el mejor producto del mundo, prestar un servicio mejor que nadie, pero si los demás no lo conocen es igual que si no existiese.
Para conseguir esta presencia y que los demás nos conozcan disponemos de muchos canales más o menos formales y será el conjunto de ellos y cómo aparezcamos, lo que al final nos otorgará un posicionamiento en esa jungla llamada mercado.
Debemos definir cómo queremos que sea nuestra presencia, qué objetivos queremos conseguir, y sobre todo debemos planificar cómo lo vamos a hacer, qué herramientas utilizaremos, debemos definir un plan, y una vez lo tengamos claro se trata de ejecutarlo de forma decidida, sin titubeos ni bandazos. Se trata de seguir la trayectoria marcada corrigiendo solo la dirección cuando sea preciso y seamos nosotros quien lo ve necesario, no por lo que opinen otros.
De todas las herramientas de comunicación, la publicidad posiblemente sea la herramienta más poderosa para seducir y penetrar en la mente del consumidor para ilusionarle y sorprenderle. Se trata de crear una historia que nos represente tal como somos de una forma transparente y sin maquillaje como señalaba en un post anterior.