Última actualización: 16 noviembre, 2022
Más que de sobresaturación de información yo hablaría del agobio de las personas por cómo organizar esa información y poder acceder a la que realmente nos pueda resultar relevante.
Hace años tenía un amigo librero que se leía la sinopsis de todos los libros que entraban en la librería, y me comentaba que no lo hacía para poder decir que los había leído todos, sino para poder llevar a cabo una mejor atención de sus clientes.
Efectivamente la cantidad de información disponible en la red sobre cualquier tema que nos pueda interesar tanto profesional como personalmente es enorme, debido a la universalización de la información y al acceso gratuito. Es verdad también que poco a poco se van aportando herramientas que nos permiten acceder a las fuentes de información de confianza de una manera más o menos estructurada.
Por eso es importante el saber qué información necesitamos, para qué, cuánto y cada cuanto tiempo la necesitaremos utilizar. A partir de ahí utilizaremos aquellas herramientas que se ajusten mejor a nuestras necesidades.
Estoy convencido de que en un futuro próximo serán más importantes los conocimientos de esas herramientas que nos dan acceso a las fuentes de información que los propios conocimientos del contenido.
Este aspecto es ya muy importante a nivel de empresa, puesto que sobre todo en los ámbitos de desarrollo, innovación y servicios está muy ligado a la productividad.